Corea del Sur está intensificando sus medidas contra el lavado de dinero (AML) y la financiación del terrorismo (CFT) en el sector de las criptomonedas. La Unidad de Inteligencia Financiera (FIU) está formando un grupo de trabajo político para hacer cumplir regulaciones más estrictas, incluyendo el requisito de que los intercambios reporten información detallada del remitente y destinatario para todas las transacciones. Esta medida está alineada con la Regla de Viaje del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI). El grupo de trabajo tiene como objetivo redactar un marco AML revisado para mediados de 2025, enfocándose en los proveedores de activos virtuales, las stablecoins y en mejorar la supervisión del cumplimiento.