Corea del Sur y Japón están poniendo su mirada en 2026 como un año clave para el crecimiento de las stablecoins, con el objetivo de competir con el mercado dominado por Estados Unidos, valorado en 255 mil millones de dólares. Japón ya ha aprobado stablecoins respaldadas por el yen, con proyecciones que indican un aumento quíntuple en la emisión para 2026, alcanzando potencialmente más de 50 millones de dólares en volumen. Mientras tanto, empresas tecnológicas surcoreanas como Kakao y Naver están investigando aplicaciones de stablecoins, particularmente en el ámbito del compromiso de los fans del K-pop, aunque el Banco de Corea se mantiene cauteloso. A pesar del creciente interés minorista, como lo indica el índice de miedo y codicia, el éxito de estas iniciativas dependerá en gran medida de superar los obstáculos regulatorios y lograr la integración con los sistemas financieros tradicionales. Los desarrollos en estos países podrían conducir a la aparición de altcoins notables a medida que avanza la adopción.