Un tribunal federal de Estados Unidos ha aprobado una segunda demanda enmendada en una demanda colectiva contra Solana Labs, Pump.fun y Jito Labs. La demanda alega que personas internas manipularon el sistema de validadores y las herramientas de Solana para obtener ventajas injustas durante los lanzamientos de tokens. Esta acción legal genera preocupaciones sobre la equidad de la infraestructura y la posible supervisión regulatoria en los mercados de criptomonedas. El caso también destaca problemas más amplios relacionados con la lucha contra la financiación del terrorismo (CFT) dentro de los activos digitales. Los analistas sugieren que el resultado podría afectar la liquidez y la dinámica del mercado, enfatizando la necesidad de prácticas transparentes y equitativas en la industria de las criptomonedas.