Satoshi Nakamoto, el enigmático creador de Bitcoin, se cree que posee entre 1.1 millones y 1.5 millones de BTC, valorados en más de 100 mil millones de dólares. Estas monedas, minadas en los primeros días de Bitcoin y que han estado inactivas desde 2009–2011, simbolizan la descentralización de Bitcoin y son un punto focal para la especulación del mercado. Los analistas advierten que cualquier movimiento de estos fondos podría desencadenar una volatilidad significativa en el mercado, estableciendo paralelismos con eventos pasados como el colapso de Mt. Gox en 2014. El posible movimiento de los Bitcoins de Nakamoto podría tener efectos profundos en el mercado, los reguladores y el ecosistema cripto en general. Las preocupaciones incluyen manipulación del mercado, estafas de phishing y represalias regulatorias. Aunque es posible una volatilidad a corto plazo, los fundamentos a largo plazo de Bitcoin, como su suministro fijo y naturaleza descentralizada, sugieren resiliencia. La adopción institucional y la aceptación global podrían ayudar a mitigar los impactos potenciales, pero se aconseja a los inversores mantenerse vigilantes y monitorear de cerca los desarrollos tecnológicos y regulatorios.