El cofundador de Ripple, Chris Larsen, ha vendido XRP por un valor de 764 millones de dólares durante un período de siete años, empleando una estrategia programada para minimizar el impacto en el mercado. A pesar de la legalidad y transparencia de estas ventas, han generado debate dentro de la comunidad de XRP. Algunos inversores argumentan que la liquidación gradual ha afectado negativamente el rendimiento del token en el mercado. Las ventas también han planteado preguntas sobre el programa de fideicomiso de Ripple, diseñado para controlar la liberación de tokens. Los miembros de la comunidad expresan preocupaciones sobre la percepción de un excedente constante de tokens y las implicaciones para la estrategia a largo plazo de Ripple en la gestión de sus reservas y su imagen pública.