Los gobiernos que han adoptado Bitcoin, como El Salvador, enfrentan desafíos significativos debido a la volatilidad del mercado y las presiones regulatorias. A pesar de las esperanzas iniciales de utilizar Bitcoin para la diversificación económica y la inclusión financiera, estas naciones han sufrido pérdidas financieras e inestabilidad. La volatilidad de las criptomonedas, junto con la resistencia regulatoria internacional, ha complicado sus estrategias económicas. El artículo destaca las dificultades de implementar Bitcoin en economías en desarrollo, donde la infraestructura insuficiente y los altos costos de transacción representan obstáculos adicionales. Estos desafíos plantean dudas sobre la viabilidad de depender de las criptomonedas como una estrategia económica central, especialmente en regiones con recursos limitados.