Las monedas de privacidad como Monero y Zcash están ganando atención a medida que la banca digital y las Monedas Digitales de Bancos Centrales (CBDC) hacen que las transacciones financieras sean cada vez más rastreables. Históricamente, las transacciones monetarias eran privadas, pero la llegada de la banca digital ha cambiado este paradigma, planteando preguntas sobre el papel de las criptomonedas enfocadas en la privacidad. Estas monedas de privacidad ofrecen un marcado contraste con la transparencia de las CBDC, que permiten un seguimiento exhaustivo de las transacciones. A medida que la vigilancia financiera se vuelve más prevalente, el debate se intensifica sobre si las monedas de privacidad son una innovación radical o un retorno a las normas tradicionales de privacidad financiera.