El token PIGGY experimentó una caída dramática del 90% en su precio después de que se acuñaran y vendieran rápidamente tokens por un valor cercano a los 4 millones de dólares. La afluencia repentina y la posterior venta masiva en el mercado ocurrieron en un lapso de diez minutos, lo que llevó a una fuerte disminución en el valor del token. Este evento ha generado preocupaciones entre los inversores sobre la estabilidad del token y la posible manipulación del mercado.