Filipinas ha intensificado su supervisión regulatoria sobre los proveedores de servicios de activos virtuales, lo que ha llevado al bloqueo de importantes exchanges de criptomonedas como Coinbase y Gemini. Esta medida sigue una orden de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, que instruyó a los proveedores locales de servicios de Internet (ISP) a restringir el acceso a 50 plataformas de comercio en línea consideradas no autorizadas por el Banco Central de Filipinas (BSP). El BSP no ha divulgado la lista completa de plataformas afectadas. Este cambio regulatorio marca una transformación significativa en el enfoque de Filipinas hacia las criptomonedas, pasando de una postura previamente informal a una aplicación más estricta. La represión subraya la importancia de la licencia local para los exchanges de criptomonedas que buscan operar en el mercado filipino.