La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, ha firmado la Ley RAISE, posicionando a Nueva York como el segundo estado, después de California, en implementar una legislación significativa sobre la seguridad de la inteligencia artificial. La nueva ley exige que los grandes desarrolladores de IA divulguen sus protocolos de seguridad y reporten cualquier incidente de seguridad dentro de las 72 horas. El incumplimiento podría resultar en multas de hasta 1 millón de dólares. La legislación ha recibido reacciones mixtas. Mientras que empresas como OpenAI y Anthropic han expresado su apoyo, un Super PAC financiado por Andreessen Horowitz ha criticado a los patrocinadores del proyecto de ley. Este desarrollo forma parte de un impulso legislativo más amplio en Nueva York, que incluye esfuerzos para contrarrestar el financiamiento del terrorismo a través de regulaciones sobre criptomonedas.