Michael Saylor declaró recientemente que las amenazas de la computación cuántica no destruirán Bitcoin, sino que conducirán a actualizaciones de la red, fortaleciendo su robustez. Sugiere que las monedas activas migrarán, mientras que las monedas perdidas o inactivas quedarán permanentemente congeladas, aumentando así la seguridad y reduciendo la oferta circulante real. La opinión de Saylor se basa en discusiones dentro de la comunidad de Bitcoin sobre las amenazas cuánticas, proponiendo la introducción de criptografía post-cuántica. Esto permitiría a los usuarios activos mover fondos a nuevas direcciones, mientras que aproximadamente el 20-25% de los Bitcoins inactivos o perdidos, incluidas las primeras direcciones P2PK, permanecerían inmóviles, reduciendo efectivamente la oferta y aumentando la seguridad de la red. La declaración ha generado debate, con algunos que están de acuerdo en el potencial para reforzar la escasez de Bitcoin, mientras que otros expresan preocupaciones sobre los desafíos de las actualizaciones de consenso y los posibles riesgos de centralización.