Luxemburgo ha asignado el 1% de su fondo soberano intergeneracional a Bitcoin a través de un fondo cotizado regulado (ETF), marcando un hito significativo en la Eurozona. Este movimiento subraya un cambio en el reconocimiento institucional europeo de los activos digitales, aprovechando el marco regulatorio MiCA de la UE para integrar Bitcoin dentro de regímenes regulatorios estrictos. La asignación forma parte de una estrategia más amplia para redefinir los activos de reserva y la soberanía financiera en Europa, alineándose con el emergente Estándar Europeo de Reserva Digital (EDRS). Esta inversión estratégica refleja una tendencia creciente en Europa hacia las finanzas digitales, con Luxemburgo posicionándose como líder en este ámbito. La decisión se considera un paso hacia la reducción de la dependencia de los sistemas fiduciarios tradicionales, siendo el potencial de Bitcoin como cobertura contra la volatilidad macroeconómica un factor clave. El movimiento de Luxemburgo forma parte de una estrategia europea más amplia, con países como Alemania y la República Checa también explorando activos digitales, lo que señala una adopción institucional más amplia de Bitcoin en todo el continente.