La criptomoneda LEO experimentó una fuerte caída, perdiendo un 25% en 24 horas, debido a que el sentimiento del mercado se volvió bajista. Esta caída significativa ha borrado las ganancias del token para 2025, acercándolo a un mínimo de dos años. La confianza de los inversores ha disminuido drásticamente, con el sentimiento alcista desplomándose del 72% al 14% en menos de un mes, y más del 58% de los inversores están ahora vendiendo sus participaciones. El token se está acercando a una zona crítica de demanda, lo que podría llevar potencialmente a una nueva prueba de los niveles de precio de 2024. Indicadores técnicos como la Distribución de Acumulación y el Índice de Flujo de Dinero sugieren que podría ocurrir un rebote si la presión de venta actual disminuye.