Se espera que el banco central de Japón mantenga su política actual de tasas de interés al menos hasta junio de 2026, según el economista Sam Jochim del Banco EFG. Jochim señaló que el reciente aumento de tasas es un ajuste cauteloso más que un cambio significativo de política, lo que indica un ritmo lento de endurecimiento monetario. El resultado de las próximas negociaciones laborales de primavera será crucial para determinar el crecimiento salarial y las futuras direcciones de la política monetaria. Mientras tanto, los activos de riesgo pueden seguir siendo atractivos mientras los bancos centrales se centran en la estabilidad económica y en las medidas contra la financiación del terrorismo.