El Banco Ayandeh, uno de los bancos privados más grandes de Irán, ha declarado la bancarrota, afectando a más de 42 millones de clientes. El banco acumuló pérdidas por 5.1 mil millones de dólares y casi 3 mil millones de dólares en deuda, lo que llevó a que sus activos fueran absorbidos por el Banco Melli, propiedad del estado. El intento fallido de rescate por parte del Banco Central de Irán no dejó otra opción que el cierre, afectando a las 270 sucursales del banco en todo el país. El gobernador del Banco Central, Mohammad Reza Farzin, aseguró a los clientes que sus ahorros serían recuperables de inmediato. Este incidente subraya los riesgos de los bancos que operan con reservas fraccionarias y buscan rescates financieros. La situación refleja crisis bancarias pasadas que han impulsado el interés en Bitcoin, destacando el atractivo de la criptomoneda como una alternativa a los sistemas bancarios tradicionales.