Irán ha ascendido a la posición de cuarto mayor centro de minería de criptomonedas del mundo, impulsado por importantes subsidios eléctricos. Sin embargo, el país enfrenta una proliferación de actividades mineras ilegales. Akbar Hasan Beklou, director ejecutivo de la Compañía de Distribución de Electricidad de la Provincia de Teherán, destacó que más del 95 % de los 427,000 equipos mineros activos en Irán no están autorizados. Estas operaciones consumen más de 1400 megavatios de electricidad, ejerciendo una presión considerable sobre la red eléctrica nacional y amenazando la estabilidad del suministro eléctrico.