La volatilidad en el mercado de divisas aumentó considerablemente mientras los inversores buscaban refugio en monedas consideradas de refugio seguro tras una venta masiva global de acciones. Este cambio fue impulsado por la disminución de las expectativas de una reducción de tasas por parte de la Reserva Federal en diciembre, ya que los funcionarios de la Fed expresaron cautela debido a preocupaciones sobre la inflación y la estabilidad del mercado laboral. Esto provocó una venta masiva de acciones y bonos estadounidenses, afectando a los mercados asiáticos y europeos, y aumentando la demanda del franco suizo y el yen japonés. El dólar estadounidense cayó un 0,5 % frente a ambas monedas. Además, la libra esterlina enfrentó presión tras informes que indicaban que el próximo presupuesto del Reino Unido no incluiría aumentos en el impuesto sobre la renta, lo que añadió a la compleja dinámica que influye en el mercado de divisas.