El dólar de Hong Kong destaca como la única moneda asiática capaz de competir a nivel mundial como stablecoin, gracias a su plena convertibilidad y aceptación internacional. Mientras Corea del Sur trabaja en una legislación para legalizar las stablecoins, las restricciones offshore del won limitan su alcance global. Otras monedas asiáticas, incluyendo el nuevo dólar taiwanés y el renminbi, enfrentan limitaciones similares debido a restricciones domésticas y en la cuenta de capital. El dólar respaldado por la junta monetaria de Hong Kong lo posiciona de manera única para desafiar a stablecoins establecidas como USDT y USDC.