Una postura de política más firme por parte de la Reserva Federal ha provocado un movimiento generalizado de aversión al riesgo en varios mercados, incluyendo acciones, criptomonedas, materias primas y bonos. Bitcoin ha experimentado una caída significativa, descendiendo aproximadamente un 24% desde su máximo reciente. Mientras tanto, el S&P 500 se ha estancado, manteniéndose poco más de un 2% por debajo de su nivel récord. El oro también ha retrocedido, cayendo alrededor de un 6% desde sus picos de octubre, mientras que el rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 10 años ha aumentado alrededor de 18 puntos básicos desde finales de octubre. A pesar de estas caídas, las condiciones subyacentes del mercado sugieren resiliencia, lo que indica que esto podría no ser el inicio de una caída más profunda.