Los fondos soberanos del Golfo, las oficinas familiares y los bancos privados están invirtiendo cada vez más en Bitcoin a través de ETFs al contado. Esta tendencia marca un cambio significativo, ya que la riqueza petrolera de la región se está destinando al mercado de criptomonedas. Este movimiento se considera parte de una estrategia de diversificación más amplia por parte de estas entidades para aprovechar el potencial de los activos digitales.