Los precios del oro alcanzaron un nivel sin precedentes de 3,728 dólares por onza el 22 de septiembre de 2025, mientras los inversores trasladaban capital de las criptomonedas a activos tradicionales considerados refugios seguros. Este aumento coincidió con una fuerte caída del Bitcoin, reflejando una mayor demanda de metales preciosos tras el reciente recorte de tasas de la Reserva Federal. El repunte del oro estuvo acompañado por ganancias en otros metales preciosos, con la plata subiendo un 1.3% hasta 43.6 dólares, el platino aumentando un 1.2% hasta 1,420.4 dólares y el paladio incrementándose un 1.2% hasta 1,163.2 dólares. Los analistas sugieren que las preocupaciones económicas y las expectativas de un mayor alivio monetario por parte de la Fed están impulsando esta tendencia.