Los rendimientos de los bonos globales han alcanzado sus niveles más altos en 16 años debido a que las expectativas de recortes en las tasas de interés disminuyen. Este desarrollo refleja un creciente sentimiento en el mercado de que los bancos centrales podrían mantener tasas más altas durante períodos más prolongados, lo que afecta las estrategias de inversión en todo el mundo. El cambio en las expectativas ha provocado una mayor volatilidad en los mercados de bonos, con inversores reevaluando sus carteras en respuesta al cambiante panorama económico.