La Asamblea Nacional francesa ha aprobado preliminarmente una enmienda para ampliar el impuesto sobre la riqueza inmobiliaria existente (IFI) e incluir activos previamente exentos como el oro, las criptomonedas y el arte. El nuevo impuesto, establecido a una tasa uniforme del 1%, se aplicará únicamente a individuos con un patrimonio neto superior a 2 millones de euros. Además, una residencia principal podrá recibir una deducción de hasta 1 millón de euros. El Ministerio de Finanzas francés estima que este impuesto podría generar 2.000 millones de euros adicionales anualmente.