La red Flow experimentó una brecha de seguridad significativa el 27 de diciembre, que resultó en una pérdida de 3.9 millones de dólares debido a una vulnerabilidad en su capa de ejecución. A pesar del ataque, los saldos y depósitos de los usuarios no se vieron afectados. Los validadores no pudieron evitar las transferencias no autorizadas antes de que ocurrieran. En respuesta, se ha implementado una corrección del protocolo y los operadores de nodos están desplegando actualmente una actualización de la red. La red planea revertir a un punto de control previo a la explotación para eliminar las transacciones maliciosas, asegurando la integridad del sistema en adelante.