La Reserva Federal ha presentado una nueva estrategia para gestionar su balance tras el fin de su programa de endurecimiento cuantitativo el 1 de diciembre. El banco central reinvertirá los pagos de principal provenientes de valores respaldados por hipotecas (MBS) en valores del Tesoro a corto plazo. Se anticipa que este cambio de política impactará los mercados de bonos, las tasas de interés y la liquidez, lo que podría afectar las tasas hipotecarias y las condiciones financieras en general.