La Reserva Federal de EE. UU. está enfrentando un apagón significativo de datos, el más grave desde la crisis financiera de 2008, debido a la suspensión de los datos semanales de empleo de ADP y a un cierre del gobierno. ADP dejó de compartir sus datos en agosto por problemas de gobernanza de datos, mientras que el cierre ha detenido las estadísticas laborales oficiales. Esta situación deja a la Fed con información limitada sobre las tendencias del mercado laboral, complicando sus decisiones de política monetaria y aumentando el riesgo de errores en las evaluaciones de inflación y empleo.