El ecosistema Web3 de Europa se caracteriza por un fuerte énfasis en la descentralización, el idealismo y las estrategias a largo plazo. Cada país dentro del continente desempeña un papel distinto: Alemania se centra en la tecnología, Francia se inclina hacia los negocios, Suiza es conocida por su fortaleza regulatoria y Lisboa se ha convertido en un centro para nómadas digitales. Este enfoque diverso destaca el compromiso de Europa con el fomento de un entorno Web3 sólido y variado.