Ethereum experimentó un aumento significativo de casi el 200 % en 2025, impulsado por cambios en el liderazgo dentro de su fundación, un aumento en los flujos de ETF y el crecimiento de los fideicomisos autónomos descentralizados (DATs). Sin embargo, un informe reciente de Messari destaca desafíos continuos que podrían obstaculizar el progreso de Ethereum en 2026. Los problemas clave incluyen divisiones de tarifas no resueltas y una actividad débil en la capa base, que continúan afectando su rendimiento. A pesar de su crecimiento, Ethereum todavía se percibe en gran medida como una apuesta apalancada sobre Bitcoin en lugar de un activo independiente. El valor futuro de Ethereum depende de su capacidad para diferenciarse de Bitcoin y obtener una aceptación más amplia como reserva de valor. Abordar estos desafíos será crucial para que Ethereum consolide su posición en el mercado de criptomonedas.