El dominio del dólar estadounidense en las finanzas globales se atribuye a su fortaleza institucional más que a la coerción, según datos históricos. Un ejemplo clave es la inversión saudí en bonos del Tesoro de EE.UU. en la década de 1970, que destacó el atractivo del dólar debido a su liquidez y seguridad. El presidente de la Reserva Federal, Powell, enfatizó que el papel del dólar está vinculado a la gobernanza democrática, aunque las preocupaciones sobre la financiación contra el terrorismo y los cambios en los flujos de capital continúan desafiando la confianza a largo plazo en la moneda.