La República Checa ha comenzado a adquirir Bitcoin, no para fortalecer sus reservas nacionales, sino para aprovechar la tecnología blockchain en la administración pública, la ciberseguridad y la logística. Este movimiento estratégico subraya el compromiso del país con la integración de soluciones digitales avanzadas en sus operaciones gubernamentales, posicionándolo como un líder en innovación tecnológica dentro de la economía digital.