La criptomoneda es cada vez más integral para la economía de Venezuela mientras la nación enfrenta sanciones persistentes y desafíos económicos. Según un informe de TRM Labs, las stablecoins como Tether se han vuelto esenciales para las transacciones diarias, reflejando un cambio hacia las monedas digitales. Las plataformas de criptomonedas peer-to-peer también son prevalentes, con una plataforma que reporta que el 38% de su tráfico proviene de direcciones IP venezolanas. El regulador nacional de criptomonedas, SUNACRIP, ha visto disminuir su influencia debido a problemas de corrupción, mientras que la stablecoin Petro, introducida en 2018, fue descontinuada en 2024. En medio del aumento de las tensiones entre EE.UU. y Venezuela, destacadas por la reciente incautación de un petrolero, las criptomonedas ofrecen un salvavidas financiero pero también presentan riesgos relacionados con la evasión de sanciones.