Los inversores están participando cada vez más en la recolección de pérdidas fiscales dentro del mercado de criptomonedas a medida que se acerca la temporada de declaración de impuestos de 2025. Esta estrategia consiste en vender activos criptográficos con bajo rendimiento para compensar las ganancias de capital, aprovechando la ausencia de reglas de venta ficticia que permiten la recompra inmediata de los mismos activos. La introducción del formulario IRS 1099-DA ha hecho que el seguimiento de las bases de costo sea más crucial para los operadores. Mientras navegan por la recesión, los inversores también están atentos a las altcoins en busca de posibles recuperaciones, con el objetivo de optimizar sus posiciones fiscales y ganancias futuras.