El mercado de criptomonedas ha experimentado una caída significativa, disminuyendo durante siete de las últimas ocho semanas. A pesar de un breve repunte durante el Día de Acción de Gracias, el mercado volvió a desplomarse cuando abrió el mercado japonés, influenciado por una caída en el índice Nikkei y el aumento de los rendimientos de los bonos en yenes. La caída inicial comenzó a principios de octubre tras problemas sistémicos en exchanges como Binance, pero la principal debilidad en noviembre se atribuyó a comentarios agresivos del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. Las expectativas del mercado para una reducción de tasas en diciembre cayeron drásticamente, contribuyendo a la tendencia a la baja. Sin embargo, a finales de noviembre se produjo un cambio cuando la inflación subyacente del PPI cayó al 2,6%, por debajo de las expectativas, y los datos del mercado laboral indicaron una desaceleración. Esto llevó a un repunte en las expectativas del mercado para una reducción de tasas en diciembre, impulsando las acciones estadounidenses y provocando un rally. A pesar de estos desarrollos positivos, los activos criptográficos han tenido dificultades para recuperarse, con muchos inversores aprovechando la caída para apostar a la baja en el mercado. La interconexión entre las finanzas tradicionales y los mercados criptográficos ha complicado la situación, siendo los activos criptográficos a menudo los primeros en venderse en carteras diversificadas. Las preocupaciones sobre la estabilidad de Tether también han contribuido a la ansiedad del mercado, a pesar de las garantías de su CEO y una estructura de reservas sólida. La persistente caída en el mercado criptográfico sigue siendo desconcertante, con muchos atribuyéndola a la falta de educación de los inversores y a la predominancia del valor social en las valoraciones de los activos criptográficos. A medida que el mercado continúa enfrentando estos desafíos, la dirección futura de la industria sigue siendo incierta.