Los mercados de criptomonedas continúan experimentando una liquidez escasa tras el desplome de octubre, lo que genera preocupaciones sobre posibles fluctuaciones bruscas en los precios. La profundidad del mercado de Bitcoin ha disminuido en un 33%, mientras que la de Ethereum ha caído un 25%, lo que indica una capacidad reducida para absorber grandes operaciones sin un impacto significativo en el precio. Este entorno representa mayores riesgos para los operadores, ya que una menor liquidez puede conducir a movimientos de precios más volátiles, dificultando la ejecución de grandes transacciones sin afectar los precios del mercado.