La industria de cajeros automáticos de criptomonedas está enfrentando desafíos regulatorios y operativos significativos mientras el Senado de los Estados Unidos se prepara para introducir el proyecto de ley S.710 en 2025. Esta legislación tiene como objetivo responsabilizar a los operadores de cajeros automáticos por transacciones fraudulentas, reflejando preocupaciones crecientes sobre el papel de los cajeros automáticos de criptomonedas en estafas. La Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN) ha emitido el aviso FIN-2025-NTC1, enfatizando la participación de estas máquinas en actividades fraudulentas, particularmente aquellas que afectan a poblaciones vulnerables. En 2024, el Centro de Quejas por Delitos en Internet del FBI recibió más de 10,956 denuncias relacionadas con cajeros automáticos de criptomonedas, con pérdidas reportadas que superan los 246.7 millones de dólares, marcando un aumento del 100% respecto al año anterior. Más allá del escrutinio regulatorio, la industria también está amenazada por los avances en computación cuántica, fraudes impulsados por inteligencia artificial y vulnerabilidades en la cadena de suministro. Para enfrentar estos desafíos, los operadores deben cumplir con las regulaciones AML y KYC e implementar cifrado post-cuántico, aunque el alto costo del cumplimiento podría obligar a los operadores más pequeños a salir del mercado.