Crece la preocupación por la influencia de las firmas asesoras de voto ISS y Glass Lewis en las votaciones de los accionistas, ya que controlan una parte significativa del poder de voto de las acciones que cotizan en bolsa a través de fondos indexados pasivos. Los críticos argumentan que estas firmas, que no poseen participaciones accionarias, a menudo hacen recomendaciones de voto basadas en consideraciones políticas en lugar de los intereses de los accionistas. Este problema se ha destacado en el caso de Tesla, donde ISS y Glass Lewis han recomendado no reelegir a los directores Ira Ehrenpreis y Kathleen Wilson-Thompson, citando razones como la insuficiente diversidad de género. La situación subraya preocupaciones más amplias sobre el impacto de las firmas asesoras de voto en la gobernanza corporativa y la toma de decisiones en diversas empresas.