Los tribunales chinos han determinado que el comercio de contratos perpetuos de criptomonedas no es inherentemente ilegal, pero su legalidad depende del contexto y la forma de uso. Los tribunales han trazado una línea clara, equiparando actividades como "apostar por los precios" o "adivinar los movimientos del mercado" con prácticas de juego como "apostar a las probabilidades." Esta interpretación subraya la postura regulatoria estricta en China respecto a las actividades de comercio de criptomonedas.