China está intensificando sus esfuerzos para priorizar el desarrollo tecnológico nacional, lo que podría afectar a los exportadores globales y alterar las cadenas de suministro. La estrategia se centra en aprender, localizar, reemplazar y eventualmente exportar alternativas autóctonas en sectores clave. Este cambio podría limitar el acceso a mercados extranjeros y aumentar los riesgos políticos para las empresas multinacionales. Se espera que esta medida afecte la dinámica del tipo de cambio, apoyando potencialmente al yuan a largo plazo mientras mantiene la fortaleza del dólar estadounidense en medio de tensiones geopolíticas. Sectores clave como hardware tecnológico, equipos de chips, aeroespacial y bienes de capital podrían enfrentar una mayor competencia y desafíos políticos. Es probable que las cadenas de suministro se bifurquen, enfatizando la producción en el mercado y estrategias de abastecimiento diversificadas.