Una ola de publicaciones virales de cuentas de Character AI anunciando su "renuncia" ha provocado una revuelta de usuarios en X, anteriormente conocido como Twitter. Estas publicaciones, que citan preocupaciones éticas y descontento con las políticas de la plataforma, han desatado un amplio debate sobre la futura regulación del contenido generado por IA. En respuesta, X ha introducido nuevas directrices y mecanismos de monitoreo para garantizar la transparencia y el uso ético de la IA en la plataforma. Este incidente ha intensificado las discusiones sobre el papel y los derechos de la IA en la sociedad, destacando la necesidad de marcos legales y morales más claros.