La cadena de bloques de Cardano experimentó una división en dos cadenas el 22 de noviembre, provocada por una transacción de staking malformada que explotó una vulnerabilidad del software. Esta transacción fue validada por la versión más reciente del nodo, pero rechazada por el software más antiguo, lo que resultó en una bifurcación de la red. Intersect, un organismo de gobernanza de Cardano, aseguró que no se comprometieron fondos de los usuarios y que la mayoría de las billeteras minoristas permanecieron sin afectaciones. Tras el incidente, el token ADA de Cardano sufrió una caída de precio de más del 6%.