El filósofo de Cambridge Tom McClelland ha expresado su preocupación por la falta de evidencia científica para determinar la conciencia de la IA, sugiriendo que la prueba definitiva podría seguir siendo esquiva. Aconseja a los reguladores ser cautelosos al asignar recursos, especialmente en los protocolos de Conozca a su Cliente, ya que la influencia de la IA en los mercados de liquidez y criptomonedas se expande. McClelland enfatiza el debate en curso entre funcionalistas y biólogos sobre la conciencia y aboga por marcos éticos basados en evidencia en lugar de suposiciones.