Los principales mineros públicos de Bitcoin han dejado de publicar datos mensuales, lo que indica un cambio significativo en la industria. Con la caída de los precios de la tasa de hash, estos mineros están pasando de la minería de Bitcoin basada en ASIC a operaciones basadas en GPU, enfocándose en Ethereum y la computación de inteligencia artificial. Empresas como Terawulf, Cipher e IREN están asociándose con centros de datos hiperescalables para desarrollar infraestructura de IA. Este giro estratégico marca un alejamiento del entorno competitivo de la minería de Bitcoin hacia oportunidades más lucrativas en IA y computación de alto rendimiento.