Los mineros de Bitcoin están migrando cada vez más a centros de datos de inteligencia artificial debido a que el aumento de los costos operativos y la volatilidad del mercado desafían la rentabilidad de la minería tradicional. Las principales empresas mineras están alquilando sus clústeres de GPU e infraestructura energética a compañías tecnológicas, buscando fuentes alternativas de ingresos. Core Scientific ya ha implementado esta estrategia, mientras que empresas como IREN y TeraWulf están explorando oportunidades similares. Este cambio destaca la adaptabilidad de la industria en respuesta a las presiones económicas y la inestabilidad del mercado.