Bitcoin enfrenta un panorama complejo en 2025, marcado por obstáculos regulatorios y un fortalecimiento de los fundamentos a largo plazo. En Estados Unidos y Brasil, nuevas medidas regulatorias están aumentando los desafíos operativos, afectando particularmente a las empresas más pequeñas. Sin embargo, la introducción de los proyectos de ley GENIUS y CLARITY está proporcionando marcos regulatorios más claros, lo que está fomentando la inversión institucional. A pesar de estos desafíos, la resiliencia de Bitcoin está respaldada por tendencias macroeconómicas y una mayor adopción institucional. La correlación negativa de la criptomoneda con el dólar estadounidense y la reducción de la liquidez OTC están influyendo en la dinámica de su precio. Además, el comportamiento de los inversores está cambiando de la especulación minorista a ciclos más disciplinados, impulsados por instituciones, lo que destaca una madurez en el mercado.