Bitcoin se cotiza cerca de los $88,000, lo que representa una caída del 30% desde su pico de octubre de $126,000, mientras que Ethereum fluctúa entre $2,970 y $2,990, una baja del 40% desde su máximo de agosto. El sentimiento del mercado sigue siendo cauteloso, como lo indica el índice de miedo y codicia, con vendedores a largo plazo y un aumento en las salidas de ETF. La liquidez es baja al cierre del año, y los operadores están monitoreando de cerca niveles clave para posibles movimientos en Bitcoin y Ethereum. De cara al futuro, la regulación de criptomonedas en EE. UU. podría avanzar en 2025, potencialmente introduciendo exenciones fiscales para stablecoins y staking. Este desarrollo regulatorio podría impactar la dinámica del mercado, ya que los operadores permanecen atentos a cualquier cambio en la política que pueda influir en el panorama cripto.