Bután está impulsando una iniciativa respaldada por el estado para establecer una "economía verde de Bitcoin" aprovechando sus recursos excedentes de energía hidroeléctrica. El país está utilizando su abundante energía renovable para minar Bitcoin, alineándose con los objetivos de sostenibilidad ambiental. Esta iniciativa se lleva a cabo bajo estrictos marcos regulatorios para garantizar el cumplimiento y la seguridad en el proceso de minería de criptomonedas.