Las actas recientes de la reunión del Banco de Japón revelan un consenso sobre la necesidad de aumentos sostenidos y graduales de las tasas de interés, con un miembro sugiriendo incrementos aproximadamente cada pocos meses. Actualmente, la tasa de política se sitúa en 0,75%, pero las tasas reales siguen siendo significativamente negativas, lo que genera preocupaciones sobre la estabilidad económica. Las actas también destacan el posible impacto en los mercados globales de políticas regulatorias más estrictas y la creciente importancia de las medidas contra el financiamiento del terrorismo (CFT) a medida que se intensifica la supervisión financiera.