El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Australia se mantuvo estable en un 0,0% mes a mes en octubre, contrariamente a las previsiones de una caída del 0,2%. La inflación anual aumentó a un 3,8% interanual, superando las expectativas. La medida central preferida por el Banco de la Reserva de Australia (RBA), el IPC promedio recortado, aumentó un 0,3% mes a mes y un 3,3% interanual, lo que indica presiones inflacionarias continuas. Estas cifras, que ahora son el principal indicador de inflación bajo el nuevo formato de informes mensuales, sugieren que es poco probable que el RBA reduzca las tasas de interés en un futuro cercano. Este desarrollo ha retrasado las expectativas de flexibilización monetaria y ha brindado apoyo al dólar australiano.