Los países de APAC están adoptando enfoques variados hacia la moneda digital, con algunos centrados en las monedas digitales de bancos centrales (CBDC) y otros en stablecoins privadas. Hong Kong ha completado su piloto de e-HKD, enfatizando su uso en finanzas mayoristas, mientras que el stablecoin JPYC de Japón, respaldado por bonos gubernamentales, superó los 50 millones de yenes en transacciones en 48 horas. Corea del Sur ha pausado su proyecto de won digital, favoreciendo los stablecoins respaldados por bancos, y Australia ha actualizado su marco regulatorio, requiriendo licencias para servicios de stablecoins, alineándose con los estándares regionales.