El fundador de Aave, Stani Kulechov, está bajo escrutinio tras comprar 10 millones de dólares en tokens AAVE justo antes de una votación importante de gobernanza. Esta acción ha generado preocupaciones sobre una posible influencia en las decisiones del protocolo, especialmente dado que los tres principales votantes controlan más del 58% del poder de voto. La propuesta de gobernanza, que busca recuperar el control de los activos de la marca Aave, ha sido criticada por ser apresurada y carecer de suficiente participación de la comunidad. Los analistas cuestionan la capacidad de los mecanismos actuales de gobernanza para proteger los intereses de los pequeños accionistas en el protocolo.